La energía es un bien fundamental para el desarrollo de todas las actividades comerciales e industriales, y para el bienestar de las personas en general. Al ser indispensable, un país siempre está en búsqueda de brindar las garantías necesarias para que el recurso energético sea de amplia accesibilidad, y que por su escasez nunca vaya a afectar el desarrollo económico ni social de la población.
Los diferentes tipos de energía que normalmente son utilizados, como la energía térmica o energía eléctrica, puede provenir de diferentes fuentes, las más comunes en Colombia son la combustión de combustibles fósiles y la energía hidroeléctrica. Estas fuentes de energía son las que proporcionan más del 80% de la energía generada en el país, y a su vez vienen con una serie de dificultades; los combustibles fósiles, además de que son recursos finitos generan la mayor parte de la contaminación que contribuye con el cambio climático, por lo que su uso cada vez es más controlado y cada día se trata de reducir al máximo; por su parte, la energía hidroeléctrica, utiliza un recurso renovable, pero en su proceso de construcción y formación generan un gran impacto negativo al medio ambiente, generando daños irreparables en ecosistemas, desplazando fauna y flora, y causando todo tipo de inconvenientes de tipo social en las comunidades.
En ordenes de reducir el impacto ambiental y el cambio climático, las naciones a nivel mundial han venido realizando una serie de estrategias enfocadas en promover el uso eficiente de la energía, es decir, tratar de reducir los consumos energéticos de fuentes convencionales, sin afectar la producción de la industria ni el confort de la población. En este orden de ideas, el gobierno de la república de Colombia, desde el Ministerio de Minas y Energías MINMINAS, y a través de la Unidad de Planeación Minero-Energética UPME, en el año 2014 adjudicaron la ley 1715 la cual tiene por objeto promover el desarrollo y la utilización de las Fuentes No Convencionales de Energía, principalmente aquellas de carácter renovable, en el sistema energético nacional, mediante su integración al mercado eléctrico, su participación en las Zonas No Interconectadas y en otros usos energéticos como medio necesario para el desarrollo económico sostenible, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la seguridad del abastecimiento energético.
Con la ley 1715 de 2014 el gobierno promueve la inclusión de las fuentes no convencionales de energía renovable, como energía solar térmica, energía solar fotovoltaica, energía eólica, etc. Y a través de una serie de políticas de beneficio incita a las empresas del país a incursionar en este tipo de prácticas, a partir de deducciones en el impuesto de renta, depreciación acelerada de bienes, exclusión de IVA en adquisición de bienes y servicios, exclusión de gravamen arancelario, además de otros beneficios que incluyen financiación y respaldo al uso de este tipo de energías.
Además de esto, el uso de fuentes de energía renovable no convencionales puede considerarse un paso muy importante a la hora de la certificación de las empresas en eficiencia energética. La norma ISO 50001 es una normativa Internacional desarrollada por ISO (International Organization for Standardization) en el que se determinan los requisitos para la gestión de la energía en una organización. El objetivo principal de esta Norma es integrar la Gestión de la energía en todos sus aspectos, dentro de una organización con el sistema de Gestión de la Empresa, abarcando desde la compra de energía y materias primas hasta las medidas a adoptar en la empresa para promover el ahorro energético.
Referencias
ISO 50001 – Gestión de la energía: norma UNE ISO 50001:2011. (n.d.). Retrieved October 27, 2020, from https://www.normas-iso.com/iso-50001/
Realidad, U., Oportunidad, Y., & Colombia, P. (n.d.). PLAN DE ACCIÓN INDICATIVO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA 2017-2022.
Guia práctica para la aplicación de los incentivos tributarios de la Ley 1715 de 2014, 1 Ministerio Minas y Energia 28 (2014).